Peldaño a peldaño (¡Y anda que no queda escalera!)
Por Rubén
En esto del deporte de formación cada año es un mundo. Bien lo saben las y los integrantes de Dominicos, que rindieron visita al Pabellón de La Jota el pasado sábado. Cruzaron el Ebro como campeonas de Aragón (y si somos justos aún lo siguen siendo), pero en unas pocas horas recibieron las credenciales de un equipo que aspira a todo.
Las chicas de amarillo presentaron su candidatura y demostraron que, efectivamente, este año tienen mucho que decir. Pero cuidado, como todo buen guion este tiene sus trampas, sus trucos y su suspense… Y a todos a ellos habrá que atender a lo largo de la función.
Para empezar, y recapitulando, hay que aclarar que sobre el escenario las actrices que aparecieron eran diferentes a las de hace unos meses. Por eso me refería a lo de que en el deporte de formación cada año es un mundo. Los cambios sufridos por las visitantes de una temporada a otra se notaron, como no podía ser de otra forma.
La salida del equipo jotero no pudo ser más fulgurante. En los primeros minutos los goles locales no obtenían respuesta y en un abrir y cerrar de ojos ya se había abierto una importante brecha de media docena de tantos. Si atendemos a lo ocurrido en la cancha la trama no tenía mucha historia. Las imprecisiones de las visitantes servían en bandeja una y otra vez jugadas de contraataque, una de las especialidades de la casa, que nuestras jugadoras se encargaban de fulminar una y otra vez. Todo apuntaba, por lo tanto, a que la obra iba a estar tranquila.
Pero recuerden lo escrito tres párrafos arriba. Todo buen guion tiene sus trampas, sus trucos y, si quiere ser bueno de verdad, su suspense. Cuando todo parecía estar resuelto nos olvidamos de nuestro papel y tartamudeamos cuando nos toca declamar. Por eso nuestro particular apuntador, desde el banquillo, recordó con voz alta y clara que no nos podemos relajar.
Si perdemos la frescura de nuestros ataques, la claridad y sencillez de nuestros pases, cuando no somos nosotras mismas, el peligro se torna realidad. Y el peligro está ahí, al acecho. Y el sábado se palpó en un momento dado, cuando incluso el público pareció convertirse a la fe dominica. Fue solo un susto, sí. Pero si se baja la guardia podría ser peor.
A partir de ese momento las joteras, lejos de acobardarse, se repusieron e interpretaron su mejor papel. Volvieron sobre sus pasos con lo que saben hacer: Sólida defensa, rápidas transiciones, combinaciones versátiles y… cuando se pudo también la magia. Allá estuvo, fiel a su cita, el fly de rigor, si bien esta vez se ensayó tres veces antes de conseguirlo. Quien lo sigue lo consigue.
La salida de la segunda parte, momento que los que saben llaman el nudo gordiano de un partido de cualquier deporte, fue un monólogo. Las visitantes tardaron más de diez minutos en conseguir su primer gol del segundo acto. Y eso, señores, contra La Jota se paga muy caro.
En resumidas cuentas, un paso más. Un pequeño peldaño de una larga escalera, del que habrá que sacar conclusiones para que la obra se siga interpretando a las mil maravillas. Una obra en la que nuestras chicas cuando se pusieron el traje de faena se candidataron al Óscar, pero que en los momentos en los que titubearon pudo acabar en telefilme de serie B. Quedémonos con la primera versión, que es la que cuenta.
Ficha técnica:
La Jota A: Elvira, Eva (3), Sandra (2), Lucía Guarc (12), Alicia (2) y Alba (10) y Raquel. También jugaron: Antía, Lucía Llera, Irene (1), Claudia Martínez. (El acta arbitral también le atribuye goles a Elvira, 2, y a Claudia Alberca, 1, que no jugó, al encontrarse recuperándose de una lesión)
Dominicos: Candela, Theodora, Lucía, Alejandra (1), Marina (2), Sofía, Laura, Inés (4), Eva (3), Mar, Julia, Beatriz (5), Isabel, Nuria (3), Clara e Irene.